Discurso del Encargado de Negocios a.i.
Michael Matera en el Centro de Estudios Avanzados de la Universidad Nacional de Córdoba el jueves 12 de octubre a las 18:00
Es un gran placer para mí estar aquí esta tarde en el Centro de Estudios Avanzados. Quiero agradecer al Dr. Carlos Juárez Centeno por la organización de este encuentro y por su amable invitación a hablar ante ustedes hoy.
Permítanme ir directo al tema de hoy: las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y Argentina. Esta relación, en mi opinión, es muy buena y goza de excelente cooperación y comunicación en un amplio espectro de temas. El Gobierno de los Estados Unidos está comprometido a seguir fortaleciendo los lazos bilaterales aún más y a cooperar más profundamente en los casos que fuera posible para tratar algunos de los desafíos que enfrentamos en común, tanto en la región como en otros lugares. Podemos seguir trabajando juntos productivamente porque, como naciones democráticas, compartimos valores comunes tales como el estado de derecho, las elecciones libres y la protección de los derechos humanos. Son estos valores así como también el compromiso de mantener las líneas de comunicación abiertas, los que han construido las bases para una confianza mutua y una cooperación continua. Esa cooperación puede observarse hoy en día en una amplia variedad de temas.
Con relación a los temas de seguridad, anti-terrorismo y el cumplimiento de la ley, por ejemplo, hemos trabajado muy bien con diferentes oficinas del gobierno argentino. Argentina ha implementado la Iniciativa de Seguridad de Contenedores en el Puerto de Buenos Aires, trabajando con nuestro Departamento de Seguridad Nacional. Hace sólo algunas semanas, la embajada y la AFIP firmaron un convenio para implementar la Unidad de Transparencia de Comercio en la Argentina, en un esfuerzo para combatir el lavado de dinero. Y, el FBI y la DEA han trabajado muy estrechamente con las oficinas argentinas encargadas del cumplimiento de la ley en el área de la lucha contra el narcotráfico y otras formas de crimen transnacional. El FBI también ha cooperado con Argentina durante los pasados doce años en la investigación del ataque a la AMIA, incluyendo la asistencia en temas forenses y otros trabajos conjuntos. La lista de esfuerzos en común continúa, pero el punto es claro: nuestras dos naciones están trabajando estrechamente para enfrentar las amenazas a la seguridad que padecemos en común y para asegurar la protección de nuestros ciudadanos.
Además, durante estos dos años, Estados Unidos ha trabajado conjuntamente con el gobierno argentino en su rol como miembro rotativo del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en áreas tales como el mantenimiento de la paz, la reforma de las Naciones Unidas, y el programa nuclear de Irán. La participación argentina en la misión de paz de las Naciones Unidas en Haití y la conducta ejemplar de sus fuerzas armadas en ese lugar, han sido imprescindibles para los esfuerzos del hemisferio en restablecer la democracia y una dosis de estabilidad en ese país. Nuestra cooperación en otros foros internacionales, incluyendo la OEA, sigue siendo excelente.
En los últimos años, Estados Unidos también ha trabajado muy de cerca con el gobierno argentino y con ONG locales en los esfuerzos para reformar el sistema judicial. Desde al año 2000, nuestra Embajada en Buenos Aires ha implementado programas diseñados para mejorar la administración de justicia en la Argentina, incluyendo viajes de intercambio a los Estados Unidos para más de 60 abogados y jueces, y capacitación sobre temas como mediación, la administración de los tribunales y la resolución alternativa de conflictos.
La Embajada también ha trabajado muy activamente, invirtiendo en la juventud argentina. En los últimos 50 años, más de 4.500 estadounidenses y argentinos han participado del Programa Fulbright, con una inversión mayor a los $50 millones de dólares. Otros programas juveniles que hemos llevado a cabo han sido intercambios, viajes de estudio, participación en conferencias juveniles regionales, becas, subsidios a las ONG, y donación de libros para niños. Esta significativa y sostenida inversión en el futuro de la Argentina demuestra nuestro continuo compromiso para que la Argentina tenga éxito en el mundo globalizado de hoy.
El tema de la economía globalizada de hoy en día me lleva a decir algunas palabras sobre los fuertes lazos comerciales que unen las economías de EE.UU. y Argentina. Ciertamente, un factor clave que determinará la tasa de crecimiento económico de Argentina será la inversión, tanto doméstica como extranjera, y las empresas estadounidenses han tenido un interés a largo plazo en el país. Hay casi 450 empresas estadounidenses en el país, y emplean a 155.000 argentinos. El comercio total entre EE.UU. y Argentina en 2005 llegó a 8.500 millones de dólares (un 11% del total del comercio de Argentina), lo cual convierte a los EE.UU. en el segundo socio comercial después de Brasil. Asimismo, somos el segundo mayor inversor en el país.
La excelente cooperación que tenemos con el gobierno de Argentina no significa que estemos totalmente de acuerdo en cada uno de los temas. Por ejemplo, compartimos el deseo de un crecimiento económico sostenible y un libre comercio, pero diferimos de algún modo en las estrategias para alcanzarlo. Nuestra opinión es que el comercio libre beneficia a todos y esa es la razón por la que tratamos de promover el ALCA. Argentina tiene una posición diferente respecto del ALCA. Respetamos su punto de vista, pero esto no ha impedido que sigamos buscando Acuerdos de Libre Comercio con América Central, el Caribe, Chile, Colombia y Perú.
También diferimos con el gobierno acerca de la caracterización del estado de democracia en Venezuela. Hemos debatido y continuaremos debatiendo sobre estas diferencias. Cualquier debate sobre el estado de la democracia en la región estaría incompleto, por supuesto, sin la mención de la situación de Cuba. Como dijo la Secretaria de Estado Condoleezza Rice, es el pueblo cubano quien debe decidir el futuro de su país, pero Estados Unidos está preparado para apoyar una transición a la democracia por medio de elecciones libres y justas. Lo que no queremos ver es una transición de una dictadura a otra.
Quiero finalizar hoy haciendo hincapié en que, a pesar de algunas diferencias, los Estados Unidos y la Argentina tienen una relación muy sólida, madura, y resistente. Creo que esto es así porque estamos decididos a mantener un diálogo abierto y sincero, y porque como dije anteriormente, compartimos el mismo compromiso hacia los valores democráticos básicos.
Una vez más, quiero agradecerles el haberme dado la oportunidad de hablar hoy con ustedes. Ahora, con gusto responderé algunas preguntas.